Se va acercando la Navidad y poco a poco las madres y los padres vamos entrando en pánico. Las preguntas de los abuelos y los tíos de qué regalan este año por Reyes y Papá Noel se van haciendo cada vez más insistentes.
Tú recuerdas la cantidad ingente de juguetes, cacharros y trastos que invadieron tu casa el año pasado y repasas mentalmente las horas de juego que le ha dedicado a cada uno para darte cuenta de que la gran mayoría llevan meses olvidados en el baúl, en el cesto o en algún cajón.
Sin embargo, también hubo éxitos. Cada niño tiene sus preferencias e intereses y lo que a unos les apasiona a otros no les despierta la menor emoción, aunque a ciertas edades hay imprescindibles que casi, casi te aseguran horas y horas de juego.
Ahora que ya hemos superado la barrera de los 2 años me parecía interesante recopilar los juguetes y juegos que más nos han entretenido en la etapa anterior, desde 1 a 2, y elaborar una pequeña guía de juguetes que pueda orientar a padres primerizos o perdidos como estaba yo.
En nuestra casa intentamos evitar juguetes electrónicos, con luz y sonido, ya que consideramos que son más un obstáculo para su imaginación que otra cosa, así que no esperéis este tipo de juguetes en la lista. También intentamos evitar el plástico (muy difícil) y los juguetes de mala calidad que duran una tarde para acabar en la basura al primer golpe.
Con niños tan pequeños las caídas (voluntarias e involuntarias) están aseguradas por lo que intentar que los juguetes sean de buena calidad, resistentes y apropiados a su edad es lo que más nos debería guiar a la hora de elegir.
Muchas veces es absolutamente impredecible que funcionará y que no, unas veces porque nos equivocamos en el tiempo, y otras porque creemos que nuestros gustos serán los suyos. En mi casa, hay una gran cantidad de puzles de madera aburridos e ignorados. Por mucho que a mí me gusten tengo que reconocer que de momento no son del gusto de mi hijo. Suerte que me frené a tiempo y no seguí almacenando hasta el infinito…
Otros han ido ganando puntos según han pasado los meses. Con A seguimos la costumbre de rotar los juguetes y dejar a su disposición solo unos pocos. Según ha ido madurando y adquiriendo habilidades algunos que parecían destinados al fracaso absoluto han ido tomando posiciones, así que tampoco tiréis la toalla. Que desaparezcan un tiempo para volver con más fuerza.
Por orden, desde que soplamos la primera vela hasta que nos convertimos en un aDOSlescente en toda regla, los juguetes más amortizados han sido:
Set de limpieza con escoba y fregona, no sólo para jugar e imitar a papá y a mamá cuando toca limpieza. Según ha ido creciendo ha aprendido que cuando se derrama agua hay que limpiarlo y sale pitando a por su fregona cada vez que hay un desaguisado.
Puzle magnético, A recibió por su primer cumpleaños este cohete que me encantaba aunque solo fuera como adorno. Pero además ha cumplido su función, ya que al ser imantado permite que puedan montarlo y desmontarlo aún siendo tan pequeños.
Tren de Lego Duplo, para construir torres, rodar los vagones, montar muñecos en el tren… El material es plástico pero resistente y a prueba de toddlers.
Cubo y pala, para las tardes infinitas de parque ahora que hace calor casi todo el año y podemos jugar con la arena día sí y día también. Lo más sencillo muchas veces es lo más efectivo.
Pizarra magnética, para pintar, borrar y jugar con los imanes que además en la que nosotros tenemos vienen para encajar. Un juguete que nos acompañará muchos años.
Alimentos de madera para cortar. Nosotros los compramos en Lidl que tienen una relación calidad precio increíble. Éste ha sido uno de los juguetes que ha estado guardado hasta los 18 meses más o menos, cuando ya había adquirido la capacidad de manejar el cuchillo para cortar las piezas.
Carrito para empujar. A tiene un mini carro de la compra que en casa ha servido para transportar de todo y ahora trae al supermercado para echar sus plátanos y sus yogures. También un carro de paseo que para salir a la calle fue imprescindible durante mucho tiempo.
Y luego los clásicos como pelotas, correcaminos y cualquier cosa que esté dentro de un cajón y no sea un juguete 🙂 Eso no falla.
Arantxa.