Llega la primavera y nos ponemos a hacer miles de planes para aprovechar el buen tiempo, y en nuestro caso, mucho mejor si lo disfrutamos en la naturaleza. En el último mes, por casualidades de la vida, dos de estos planes han sido en la Sierra de Gredos. Ya conocíamos este entorno pero no me canso de su paisaje, su comida, su gente, su clima…
El primer viaje fue con amigos y la intención era más estar juntos, ya que no nos vemos mucho, que hacer actividades y excursiones. Encontramos una casa preciosa rodeada de campo en la que lo pasamos genial y grandes y pequeños jugamos y reímos hasta cansarnos.
Las vistas desde la casa.
El segundo viaje fue un plan más familiar y más largo en el que pudimos conocer un poco mejor la sierra y recorrer con los peques las partes más emblemáticas. Nos alojamos en una casa en el pueblo de Barajas absolutamente recomendable. Bonita, limpia, bien situada…
El primer día nos acercamos a la Plataforma de Gredos, en Hoyos del Espino. De aquí salen varias rutas, que algún día haremos cuando los niños crezcan (sí, soy optimista). Estábamos dando un paseo tranquilo cuando nos dimos cuenta que estábamos rodeados de cabras montesas por todas partes :0 Fue una experiencia muy divertida y los niños estaban alucinados.
Bajando de la Plataforma hay indicaciones para un Parque de Aventuras en los Árboles que tiene muy buena pinta y que dejamos para cuando volvamos 😉
Al día siguiente partimos en busca del nacimiento del río Tormes haciendo una ruta muy facilita para ir con niños, y muy bonita al mismo tiempo. No pudimos terminarla porque una parte estaba inundada, pero nos descalzamos y tuvimos un buen rato de diversión con el agua…
En esta misma zona también estaba Valdeascas, un sitio agradable con merenderos y cascadas y pozas de agua donde bañarse si el tiempo acompaña. Y lo que allí llaman el Pinar, un paseo precioso para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Durante estos días también aprovechamos para enseñarle al peque todos los animales que siempre ve en los cuentos, pero pocas veces en la realidad: caballos, cerdos, gallinas, vacas… Además de pasarlo bien, aprendimos y conocimos otras realidades parecidas, pero muy diferentes a las nuestras.
Y esto es lo que dio de sí el fin de semana. El resto del tiempo lo pasamos comiendo (patatas revolconas mmmmm), hablando, descansando… recargando pilas en definitiva.
Como véis, aún nos quedan muchos planes por disfrutar en Gredos, así que seguro que volveremos!!
Arantxa.